Experiencia única y ojalá, espero que repetible. Eso de representar a tu país y la gente te anime por tu nombre ha sido de ensueño. Lo único negativo la baja participación, estábamos unos 240 participantes y creo que la mitad éramos españoles. Los motivos han podido ser el alto coste de la inscripción. Imaginaros lo que cuesta ser internacional, 210 euros de la inscripción 95 del mono y camiseta, si quieres más ropa, más dinero. Luego contar con todos los gastos de un viaje (gasolina, peajes, hotel, comidas, etc.). Pues sí ha costado un riñón, representar a tu país, pero había que aprovechar un poco el boicot que había contra esto, para ser seleccionado, y al final no me valieron ni los 6 puntitos que tenía de ranking, cualquier atleta federado podía entrar en la selección de 26 participantes que había por cada grupo de edad y país.
Partimos el viernes en familia, y llegamos directamente al lago donde se nadaba, Parque Natural de Landa, un sitio precioso y acondicionado para el baño, había hasta pequeños chiringuitos, ¡Bueno no exagero! puestecitos de helados. Allí nos esperaban nuestros amigos y compañeros de viaje y experiencia con sus family, Miguel, Javi y Angelillo. Rubén haría el viaje en el día, ¡vaya tío! Tras preparar todo, incluso había que desinfectar los neoprenos para evitar la propagación del mejillón tigre ¡Con los buenos que están! Nos fuimos al hotel y de ahí al restaurante de enfrente, cenita tranquilita (bueno miento, porque jugaba España-chile la segunda parte y bajábamos de vez en cuando abajo a ver como iban.
Día de la Competición. Llegamos apurados, porque nos perdimos con los dos tomtones o tostones que llevábamos en el coche, no se ponían de acuerdo y casi ni llegamos. Gran emoción en la salida, donde nos animaban nuestros familiares, (Bueno los míos estaba todavía sobando en el Hotel, pero es que la jornada iba a ser dura, y los quería ver en plenitud de forma al final). Después de darles 25 minutos de ventaja a los profesionales, salimos por categorías, Angelillo sale en la de antes, y a última hora nos ponen juntos a los demás. Durante el primer Km., voy a pies de un grupito, pero me llevan muy rápido, y espero a que pasen otros, veo a un nadador con la tipología de Miguel, y creyendo que es él me voy a sus pies, buen ritmo y orientación, estoy al cien por cien que es él, he hecho muchos largos detrás de sus pies. En el último Km. lo sigo a distancia porque va como un tiro !No veas como va Miguelón! Llego a boxes un poco hartito de agua, pero muy bien, me parece ver a Angelillo salir de boxes, por tanto lo mismo me he pasado, no lo sé porque no llevo reloj, quiero ir de tranki y por sensaciones, para acabar.
En la bici, pues como siempre, me pasan como motos, algunas bicis con esas ruedas tan sostificadas sonaban como ellas de verdad. Veo a un italiano parado pidiendo ayuda, y no se paran los dos que iban delante mía, vaya deportividad, quería un tubular y yo sólo llevo cámaras, o sea que no le puedo ayudar, y palante. Después ví a Angelillo que estaba averiado con un pinchazo, estaba un poco plof, porque no le daban de comer sustancias en los avituallamientos, pero le dí un poquito de dulce de cabello de Ángel y resucitó y tiró palante, como una moto que es. Gran susto me llevé pasando un avituallamiento, y menos mal que me avisaron ¡Cuidado la cámara! y frené en seco, se me cayó una cámara que llevaba a presión en el sillín y la toqué un poquito cuando el italiano. Se me había enrollado en los piñones, menos mal que me avisaron y frené, si me pasa bajando, me mato. (Ahí estuvo mi Ángel de la Guarda). Me adelantó Javi, y me fui con el un buen rato, hasta que en la segunda vuelta voy dosificando y me quedo atrás. Los últimos a.m., pues como en el agua, hartito ya, y deseando llegar a la carrera y ver mi familia en el Pabellón del TAU, “Bueso Arena”. La carrera a pie fue por un parque muy chulo alrededor del Pabellón, y los ánimos de la gente eran siempre, de turistas, familiares, voluntarios, todos te animaban de diferente forma e idioma, V
vamos, aupa, gora, ale, come, etc. algunos me decían mi nombre y la verdad es que te emocionaba algo y te daban fuerzas para seguir, pero sobre todo mi familia en el punto de mira en cada vuelta. Lo pasé mal en la segunda vuelta KM 10-20, iba corriendo pero más lento que gente que iba andando, no me lo explicaba pero era así. Única parada para hacer la meadita, eso sí, me dio apuro por el lugar, pero bueno es la naturaleza. Llegaba a los avituallamientos deseando porque te trataban como un rey, te arropaban y te daban un montón de ánimos. Y cuando pasé para la última vuelta, me preparó mi mujer un ibuprofeno porque estaba muerto, y este doping me resucitó, o quizás fuera mi familia y que quedaba una vuelta. Esta última vuelta fui mucho mejor, recogiendo cadáveres y mejorando en tiempo y puestos. En el último Km. deseando llegar, ahí me dí cuenta que Miguel no era el nadador de al principio de la crónica porque nos cruzamos,él iba por detrás y le quedaba todavía bastante. (¡Vaya fallo, y yo en la vuelta anterior, dándole ánimos porque creía que entraba ya!). Estaba supereufórico, me abracé a uno que me ánimo en todas la vueltas, que iba en la bici, sin conocerlo, porque fue un fenómeno y siempre me gritaba ¡Venga que ya está ahí la meta!(En verdad me quedaba 2 o 1 una vuelta de más. Y cuando de verdad estaba no pude contener la alegría. Allí me esperaban mis niños que hicieron los últimos metros conmigo, entrando en el Estadio. Bueno Víctor al principio lo tuve que coger porque se cortó un poquillo, pero luego entró corriendo. Mi mujer se fue corriendo a grabarlo todo y la llegada fue súper emocionante. Crucé la meta y finisher, me abracé a todo el mundo. Por cierto el pitido que suena en el vídeo es el chip, pero yo no me daba cuenta y la jueza si decirme nada se acerco y ya me quitó el chip. El tiempo de llegada era lo de menos, pero tardé 8 horitas justas, que era más o menos lo planteado, o sea que supercontento, y otro escalón mas camino al Ironman.
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